Biodescodificación
La biodescodificación es una metodología terapéutica alternativa que busca identificar y liberar el origen emocional y simbólico de los síntomas físicos o enfermedades. Se basa en la idea de que detrás de cada dolencia hay un conflicto emocional no resuelto que se ha manifestado en el cuerpo como una forma de expresión o compensación
¿Cómo funciona?
La biodescodificación parte de tres niveles de exploración:
- Evento desencadenante: el momento en que aparece el síntoma.
- Eventos estructurantes: creencias y patrones inconscientes adquiridos en la infancia.
- Evento fundante o bioshock: experiencias profundas que pueden estar en la gestación, nacimiento o incluso en el árbol genealógico (transgeneracional).
El objetivo es descodificar el “mensaje” del cuerpo, entender qué conflicto emocional lo originó y liberar esa carga para permitir la sanación.
¿Qué beneficios ofrece?
- Comprensión profunda del origen de síntomas físicos y emocionales.
- Liberación de patrones repetitivos y bloqueos inconscientes.
- Mejora del bienestar emocional y físico.
- Reconciliación con la historia personal y familiar.
Emociones, Sentimientos, Creencias y Enfermedades
Emociones
Son alteraciones intensas y pasajeras del ánimo, agradables o dolorosas, acompañadas de reacciones físicas.
Surgen de nuestras creencias y experiencias acumuladas.
Creencias
Son ideas aceptadas como verdaderas, almacenadas a lo largo de nuestra vida.
Condicionan nuestras acciones y provocan nuestras emociones.
Enfermedades
Toda enfermedad conlleva una carga emocional. Atender nuestras emociones actúa como una forma de prevención.
Cuando la enfermedad ya está presente, podemos identificar su emoción asociada, transformarla y comenzar el proceso de sanación.
El cuerpo es un instrumento divino que nos comunica su estado. Es la fuente tanto de la medicina que necesitamos como de los suplementos que nos ofrece nuestra madre Gaia. Solo necesitamos recordarlo.
Sentimientos
Los sentimientos derivan de las emociones.
Surgen cuando una emoción se vuelve consciente, revelando nuestro estado interior.
Al observarlos, podemos volver al equilibrio.
Imagina un río: donde fluye, el agua está limpia; donde se estanca, se ensucia. Así sucede con la energía en nuestro cuerpo.